viernes, 16 de mayo de 2014

LA DAMA TOXICA (HISTORIA REAL)


Todo empezó en la noche de 19 de febrero de 1994 cuando Gloria Ramírez comenzó a sufrir problemas respiratorios en su casa de Riverside, California. Los paramédicos la llevaron al Hospital General de Riverside, administrándole oxígeno durante el trayecto. Poco después de llegar a urgencias, se desmayó.

El personal médico le administró unos sedantes y lidocaina. Cuando parecía que estaba respondiendo bien al tratamiento, usaron el desfibrilador. Entonces varias personas notaron un brillo aceitoso cubriendo el cuerpo con un característico olor a ajo que pensaron que provenía de su boca. Más tarde, una enfermera llamada Susan Kane le sacó sangre y notó un olor a amoniaco saliendo del tubo.



Le pasó la jeringa a Julie Gorchynski, una médico residente que observó unas partículas amarillentas flotando en la sangre. Para entonces, Susan Kane se había desmayado y se la habían llevado de la habitación. Poco después, la doctora Gorchynski comenzó a sentir náuseas. Por eso salió mareado de la sala, dejando la sala de traumatología. Le preguntaron si estaba bien, pero antes de que pudiera responder se desmayó y sufrió convulsiones. Mauren Welch, un terapeuta respitarorio que estaba asistiendo en la sala de trauma fue el tercero en caer. El personal ordenó entonces que salieran todos los pacientes de la sala de emergencia al aparcamiento del hospital. Después de 45 minutos de reanimación cardiorespiratoria y desfibrilación, se declaró la muerte de Gloria Ramírez por fallo renal relacionado con el cáncer de útero que padecía. Los expertos limpiaron la habitación y el cuerpo fue sellado en un ataúd hermético.

Durante la autopsia, los forenses, que llevaban trajes herméticos, revelaron que Ramírez estaba sufriendo una obstrucción renal, entre otras cosas. No obstante, no se encontraron sustancias químicas tóxicas. Se inspeccionó las tuberías y ventilación de la sala de urgencias y tampoco se encontró nada. La hipótesis más aceptada es que Gloria había estado tomando sulfóxido de dimetilo (DMSO), un remedio casero para el dolor. Quienes lo consumen dicen que tiene un sabor a ajo. Según los científicos del laboratorio Livermore, debido a la obstrucción renal, el DMSO se habría acumulado en su organismo. Cuando en la ambulancia le administraron oxígeno, se convirtió en dimetilsulfona (DMSO2). Cuando la dimetilsulfona cristaliza a temperatura ambiente, por lo que pudo ser lo que vio Gorchynski en la sangre. La dimetilsulfona pasó de alguna forma, quizás por el desfibrilador, a sulfato de dimetilo. El sulfóxido de metilo y la dimetilsulfona no son peligrosas por sí solas, pero el sulfato de metilo es un gas tóxico que causa muchos de los síntomas que sufrieron los sanitarios.

Aunque pueda parecer una buena explicación, si realmente fue así, no se sabe como pudo pasar la dimetilsulfona a sulfato de metilo. Además, este último debió de dejar algún rastro. Existen otras hipótesis, como una en la que decía que el hospital tenía un laboratorio secreto para producir ilegalmente metanfetamina, pero la verdad sobre la intoxicación del personal hospitalario seguirá siendo un misterio.

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